¿Qué hacen los científicos en sus laboratorios?
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Primero debemos saber qué es un científico y por qué necesita un laboratorio. Pues bien, los científicos nos dedicamos a resolver preguntas sobre cómo funciona lo que nos rodea. Nuestra meta más importante es que las respuestas que obtengamos nos ayuden a comprender algo nuevo para obtener nueva tecnología, tratamientos médicos o cuidar el medio ambiente.
Los científicos trabajan cada día en cualquier tema que se te ocurra, desde partículas subatómicas hasta galaxias. El primer requisito para ser un buen científico es ser curioso y empezar a cuestionarnos lo que nos rodea. Por ejemplo, mientras caminas puedes preguntarte ¿por qué el cielo es azul? ¿cómo funcionan los motores de los automóviles? ¿por qué a veces hace frío y otras veces calor? ¿cómo se forma una cicatriz? ¿cómo funciona esa pastilla para el dolor de cabeza?
Como podrás notar existen tantas preguntas que es difícil saberlas todas. Nuestros mejores amigos siempre han sido los libros, pero ahora internet es una biblioteca enorme de información, tanta que no podríamos abarcarla en toda nuestra vida, además se va generando nueva información prácticamente a cada minuto.
No me he desviado del tema, una vez que identificamos la pregunta que queremos resolver, los científicos en el laboratorio debemos leer mucho sobre ese tema, investigar si a alguien más en el mundo se le ha ocurrido la misma idea. La ciencia es tan vasta que, aunque haya varias personas investigando el mismo fenómeno es muy probable que cada uno lo esté haciendo de manera diferente, utilizando distintos métodos o protocolos.
Los métodos son la manera en que yo como científico planeo resolver mi pregunta. Supongamos que me interesa saber si todas las manzanas son rojas, mi pregunta claramente es ¿todas las manzanas son rojas? Olvida que sabes la respuesta e imagina que eres un científico tratando de resolver esa pregunta. ¿Cómo lo resolverías? Bueno, no podemos conocer todas las manzanas de todo el mundo porque nos llevaría la vida. Primero, hay que buscar información, pero no en cualquier sitio, debemos estar seguros de que lo leamos haya sido escrito por otros científicos. En nuestro ejercicio imaginario supongamos que existe un artículo que dice que todas las manzanas son rojas, llamaremos al autor de ese artículo Dr. M, pero encontramos otro artículo que publicó el Dr. S que dice que se han encontrado manzanas rojas y manzanas verdes. Estás ahora frente a un estado de duda, porque hay información contradictoria, así que es tu turno para determinar cómo resolver esa duda.
Para responder a la pregunta ¿todas las manzanas son rojas?, necesitamos una “muestra” de manzanas, porque ya dijimos que no podemos conocer todas las manzanas, así que determinamos que debemos ir al menos a 5 mercados y comprar 5 manzanas en diferentes locales. Esa muestra será representativa de todas las manzanas, al menos de nuestro vecindario. Llegando al laboratorio acomodaremos las manzanas e iremos anotando las características de cada una en un cuaderno especial llamado bitácora, que debe tener la fecha y hasta el mínimo detalle de nuestros hallazgos. Escribimos en la bitácora “manzana 3 del mercado 4, es roja, pero vemos que es más pequeña que todas las demás”, el tamaño de la manzana parece que no es importante, pero somos científicos curiosos y hemos generado una nueva pregunta: ¿todas las manzanas son del mismo tamaño?
Siguiendo con nuestros datos, una vez que hayamos terminado la recopilación de datos hay que hacer el análisis matemático, ¿cuántas rojas? ¿cuántas amarillas? ¿cuántas verdes? Entonces escribimos nuestros resultados del siguiente modo: “nuestros análisis indican que de las 25 manzanas 15 son rojas, 5 amarillas, 5 verdes”.
Para hacer la discusión de los datos debemos recordar lo que describieron previamente el Dr. M y el Dr. S. Entonces podemos escribir “Nuestros resultados son similares a los obtenidos por el Dr. S que encontró manzanas rojas y manzanas verdes, nosotros además encontramos amarillas, los datos del Dr. M en donde dice que todas las manzanas son rojas parece no ser correcto”.
Finalmente debemos dar una conclusión sobre esos datos, por ejemplo “Hemos determinado que no todas las manzanas son rojas, hay de distintos colores, lo cual nos indica que la variabilidad en las manzanas es más diversa de lo que creíamos, probablemente el tamaño y el sabor también sean diferentes, se necesitan más estudios para resolver esas preguntas”
Y así, hemos realizado una investigación científica y hemos despertado la curiosidad en otros científicos que quizá estén estudiando ¿cuántas manzanas hay por árbol? ¿se puede combinar el color de las manzanas? ¿importa el color de la manzana para tener jugo delicioso?
Así, los científicos día a día tratamos de resolver preguntas que, ciertamente, llevan mucho más tiempo que el “proyecto manzanas”. Imagínate todo lo que se debe hacer para responder a la pregunta de ¿cuál es el origen de la vida en la tierra? ¿cómo curar el cáncer? ¿cómo funcionan nuestras células?
Por ejemplo, el proyecto de genoma humano que determinó cada uno de los aproximadamente 30,000 genes en nuestros 23 cromosomas tardó 15 años en realizarse y requirió de la participación de muchos laboratorios en distintas partes del mundo. Se necesitó una página completa para poner los nombres de todos los autores del trabajo, una investigación exhaustiva que ha servido para que otros se hagan muchas preguntas que incluso puedan salvar vidas.